Historia de Portus Patris

Indice

Artículos Relacionados

Libros publicados de Portus Patris 

Nota: los acontecimientos que se relatan en este acápite no siguen un estricto orden cronológico.

En 1986 Armando Martínez Rueda le comunica a Arnaldo Rueda Quintana que en el museo de Puerto Padre existía un trabajo (La Ruta del Almirante, de Francisco Ramón del Pueyo) que abogaba por el desembarco de Colón por Puerto Padre, alegando elementos como el río de la brea, la presencia de asentamientos aborígenes en las inmediaciones de la bahía, etc. El lamentablemente fallecido Ramón Garrido, insigne arqueólogo del municipio, trabajaba en el referido museo y debió ser quien le informó a Armando sobre la tesis de Pueyo.

Arnaldo Rueda Quintana acuerda trabajar en el proyecto y recibe el Diario de Navegación de Colón, y luego la biografía de Morison sobre el marino genovés, y con esta incipiente documentación comienza las indagaciones sobre la derrota colombina por las tierras cubanas. Inicialmente el Diario era difícil de entender, pero la lectura del Morison aclaró muchas dudas sobre la terminología que empleaba el Almirante.

Lo primero que Arnaldo encuentra en contra de la tesis de Bariay es que partiendo de Gibara es imposible navegar al NO, como glosa el Journal, luego aparecieron otras discordancias como las mediciones de las longitudes, especialmente la legua que señala Colón que existía entre San Salvador y Río de la Luna, distancia que no se ajusta al tramo Bariay-Jururú. Otro punto álgido en la teoría de las bahías holguineras era la denominación de “río” que dio al Almirante a San Salvador y Mares, incompatible con Bariay y Gibara.

Sin embargo, Arnaldo mostraba sus dudas porque desde el entorno de la ciudad de Puerto Padre y localidades aledañas, como Delicias, no se observan montañas, como refiere el Almirante en San Salvador, sin embargo, el Derrotero de las Costas de Cuba acota que desde la entrada a la bahía puertopadrense destacan las elevaciones de la región de Gibara. Además, sobre la “mezquita de Colón” también existían reservas. Rueda Quintana trabajaba en la capital tunera y en el trayecto de Puerto Padre a Las Tunas se observa el Cerro Dumañuecos, y también existía la posibilidad que desde el mar la Loma de Puerto Padre hubiera presentado un grupo de árboles que sobresaliera a manera de la cúpula de una mezquita.

Por ende, se realizó un viaje marítimo concertado por Armando Martínez, aunque no se enroló en la travesía, que desde Puerto Padre llegaría a Manatí. Este recorrido en el que participó Arnaldo Rueda se realizó en una pequeña lancha propiedad de un residente de Delicias y aunque solo se navegó hasta las cercanías de Punta Covarrubias se comprobaron varios de los elementos señalados en el Giornale: las puntas al NO y al E que flanquean la bahía, se observó la entrada a Malagueta y lo más importante, se verificó que destacaban varias elevaciones de la región de Gibara y otras en dirección a la ciudad de Holguín y de la localidad de San Andrés, y una de ellas, como dijo, el Almirante, presentaba encima una prominencia, a manera de mezquita. También era notable que además de las montañas antes mencionadas, el resto del terreno se mostrara elevado, como Sicilia, según reza el Diario. Aclarados los elementos del relieve que señaló Colón para San Salvador, la investigación se fortaleció y la certeza de que se transitaba en una dirección correcta alcanzó mayor intensidad.

De la lectura del Giornale Arnaldo colige que el desembarco colombino se había producido en la entrada de la bahía, en el Socucho o en la Boca, y no dentro de la misma, como opinaba Pueyo, y le comunica a Armando que el lugar de las dos casas de pescadores debía encontrarse en las proximidades del canal de dicho puerto, de ahí que se establece que el pequeño asentamiento aborigen descrito en el Diario se encuentra en la costa occidental del cañón de la bahía. El grupo Atabex-Maniabón, dirigido por Ramón Garrido, y del que eran miembros Armando Martínez y Arnaldo Rueda, realiza las labores que identifican este sitio precisamente de pescadores y recolectores. Aclaro que en las exploraciones arqueológicas Rueda Quintana no participó, aunque, como se expuso, indicó la región donde debían localizarse las dos habitaciones nativas.

A continuación hubo un encuentro con Guarch, arqueólogo mayor holguinero ya fallecido, Armando Martínez y Arnaldo Rueda lo visitaron en su morada y sostuvieron una interesante conversación sobre varios aspectos de la derrota colombina por Cuba. Guarch confesó que en esos momentos él veía más posibilidades en Gibara que en Bariay, porque habían “peinado” el terreno de esta última bahía sin resultados positivos en cuanto a la presencia de sitios habitacionales. Se expusieron elementos sobre las distancias, el problema de los grandes “ríos” donde desembarca Colón, también Guarch preguntó sobre el Puerto del Príncipe y se le explicó la solución a la que se había arribado en Portus Patris. Al finalizar Guarch alentó a seguir adelante con la investigación y entregó a los puertopadrenses una copia del Parajón y Van der Gucht, la tesis precursora de Bariay.

Posteriormente aparecieron otros libros, como el de Núñez Jiménez, etc. que ayudaron a redondear la defensa de Puerto Padre. La bibliografía era recolectada por Armando y la entregaba a Arnaldo quien se encargaba de los detalles investigativos.

Aproximadamente a los 6 meses Arnaldo Rueda había establecido las bases fundamentales de lo que podría ser un libro defendiendo a Puerto Padre. En esos momentos, antes de trabajar en el Pedagógico de Las Tunas, que fue cuando se contó con una computadora para escribir el texto, las ideas se habían vertido en 5 libretas. El posible volumen a publicar tenía la siguiente estructura: Introducción; Las Mediciones: Distancias, Rumbos y Profundidades; Aspectos Especiales: Ríos y Puertos, Relieve, Arqueología y Toponimia; La Derrota de Colón por nuestra ínsula: incluyendo la travesía de las Islas Arenas a Cuba, y los desembarcos y tramos navegados hasta las diferentes bahías: San Salvador, Río de Mares, punto más occidental alcanzado por la flota, el Río del Sol, Cabo Cuba, así como la continuación hasta Punta de Quemados; por último se realizaba una comparación de los puntos más importantes de la teoría y las conclusiones. A través de los diferentes capítulos se debatían los elementos controversiales y polémicos de los diferentes autores que defendían a Bariay, fundamentalmente Parajón y Van der Gucht, Morison y Núñez Jiménez. Excepto el capítulo de Arqueología que debía ser redactado por Armando Martínez, el resto de la investigación había sido desarrollada por Arnaldo Rueda Quintana.

Luego se incorporan a la investigación Nicolás Martínez Rueda y Orlando Martínez Rueda.

Entre los hechos relevantes acontecidos en esos años se cuenta la publicación de una entrevista a Arnaldo Rueda en el Periódico 26. La presentación de una ponencia en la ciudad de Camagüey. Un breve encuentro con Luis Galano, quien también investigó al respecto. Un periplo de navegación organizado por Naranjo Rosabal desde la bahía de Manatí hasta la de Nuevas Grandes. La exposición en un evento en Las Tunas de un trabajo sobre la tesis por Arnaldo Rueda Quintana. El debate con colegas holguineros del Pedagógico en el que reconocían muchos elementos a favor de Puerto Padre. La inscripción de la investigación, donde fungía como autor principal Arnaldo Rueda Quintana.

De gran importancia fue la ayuda del Dr. Manuel Acebedo González, reconocido geógrafo cubano, quien apoyó la investigación e invitó a Arnaldo a ir a la Habana para recolectar información sobre el tema.

Durante esos años en la filial pedagógica se contó con la colaboración incondicional del Dr. Rogelio Díaz Castillo y el Dr. Hernán Feria Avila, entre otros.

Es probable que en esos años Armando Martínez realizara alguna disertación del tema en Puerto Padre, aunque el autor de estas líneas no tiene conocimiento de ello.

Un hecho muy importante fue la exploración de Manatí; ayudados por José Palacios. Arnaldo Rueda y tres compañeros del Grupo Atabex-Maniabón recorrieron la bahía tunera, mientras Rueda Quintana navegaba en una lancha con Palacios, los tres acompañantes recolectaron evidencias de poblaciones aborígenes. Allí Palacios reveló un detalle muy singular y es la existencia del Estero de Colón en dicho puerto.

Trascendental en la investigación fue el periplo de navegación gestionado por Nicolás Martínez y en el que participó además Arnaldo Rueda. El viaje se desarrolló entre el 17 de Octubre de 1991 y el 21 del mismo mes. Abarcó el litoral costero desde La Herradura, en Las Tunas, hasta cerca de Punta Maisí. Se partió de Banes y se fondeó en Gibara, Naranjo, Tánamo, Moa y Baracoa. La travesía aportó numerosos elementos de suma importancia y permitió aclarar varios puntos relevantes. 

Punto culminante en el proyecto fue la publicación del primer libro de la serie Portus Patris. La obra fue escrita a dos manos, entre Arnaldo Rueda y Armando Martínez, revisado por los otros miembros del colectivo, y su redacción fue mejorada con los aportes de Carlos Tamayo, presidente de la UNEAC en esos años, y el lamentablemente fallecido y gran literato tunero Guillermo Vidal. El texto se sustentó en los elementos acumulados hasta ese momento, pero sintetizando mucha información pues la editorial no tenía capacidad para publicar toda la obra que se estimaba entre 200 y 300 cuartillas. Sobre todo hubo que omitir la discusión de las distancias.

Portus Patris, a pesar de su reducido volumen y de presentar algunos detalles controversiales, mostró que la propuesta de Bariay tenía muchos elementos polémicos y que Puerto Padre se mostraba como una opción viable y muy prometedora. A la publicación de este primer libro siguieron artículos en Cuba y en el extranjero de otros autores abogando por la bahía tunera. Luego aparecería un “segundo” Portus Patris, reducido, aunque con mayor tirada, de la mano de Arnaldo Rueda.

Los miembros del colectivo Portus Patris fueron invitados a la conmemoración del 500 centenario del viaje colombino. Arnaldo Rueda presentó una ponencia en 10 minutos, pero luego de que el Dr. Antonio Núñez Jiménez, ya fallecido, expusiera sus criterios contra la teoría puertopadrense, la sesión fue suspendida y los defensores de Puerto Padre no pudieron rebatir las ideas expuestas por el autor que abogaba por Bariay.

Luego del evento, Arnaldo Rueda ha continuado ampliando y mejorando la tesis, que ahora ronda las 1000 cuartillas y del que se están publicando fragmentos en este blog. El acceso a Internet ha permitido profundizar en diversos tópicos. El libro consta de 5 partes, la primera con la introducción e incluye diversos capítulos como la discusión de la derrota por las Bahamas, en la segunda se analizan otros trabajos, fundamentalmente los que abogan por Bariay y Puerto Padre, en la tercera se estudian las mediciones de Colón: distancias, rumbos y profundidades, en la cuarta van acápites especiales dedicados al relieve, el argot colombino, arqueología y toponimia, y la última se estudia el derrotero por Cuba y se incluyen tablas de puntuación para comparar varias teorías sobre el desembarco en nuestra ínsula.

 

 

Entradas populares de este blog

Debate Bariay-Puerto Padre (Morón-Rueda)

Indice de Artículos

Pre-Análisis en Cuba (Fragmentos)